Llevo unos cuantos minutos pensando en ti, en esa forma tan linda que tienes de sonreirme, de hacer que él mundo se quede en un segundo plano.
Es que contigo las palabras de amor se me quedan cortas, las canciones no son lo suficientemente cursis, la lluvia no es igual de mágica, al menos no desde que no estamos juntos para observarla.
A veces me pregunto que fue aquello que viste en mi, una o dos veces al día me pellizco para asegurarme de no estar durmiendo, pero si lo estoy, haganme él favor de nos despertarnos.
Por momentos quisiera encontrar eso que llaman, él regalo indicado; supongo que siempre fui mala para esas cosas. Tenemos eso en común, por eso solo quiero decirte que no hacen falta regalos, o al menos no como los que todos conocen, solo me basta una tarde hablando de la vida, abrazandote, luego voy a detenerme a mirarte y a intentar entender que fue lo que me hiciste, como fue que llegue a estar tan loca por vos, como haces que sonría siempre un poco mas, que tenga unas ganas indisimulables de escaparme del mundo por un rato, o quizás para siempre, porque no necesito mas nada si estoy con vos.
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