Te esperé tanto y de tantas formas, que te juro me llegó a doler el corazón, y no solo en el sentido metafórico, sino real.. ese dolor fue completamente real, podía sentir como el pecho se me hundía, como el corazón solo quería salir en mitad de la noche y llamarte, quizás para decirte que desde que te fuiste acá todo es un poquito más gris, simplemente porque lo más peligroso no es enamorarse de alguien, sino acostumbrarse..
Nosotros nos acostumbramos a vos, a tu voz, a tus audios, a tus chistes fuera de contexto (que a muchos seguramente incomodaban), a que miraras bizco cuando te sacabas los anteojos, a las noches de insomnio, a jugar con fuego sin importar que queme, porque al otro día ese fuego ya no quemaba, o al menos, valía la pena cada segundo que ardía dentro mío. Me acostumbré, y la parte difícil no es cambiar eso, la parte difícil es entender que sin importar cuanto te extrañe, ya nada de esto tiene ningún sentido, ya no queda ninguna buena razón por la que seguir queriéndote, ese fuego que tanto te gustaba en mi.. ya no quiere arder más, y te aseguro que hay fuegos que no pueden volver a encenderse ni aunque te pases toda una vida intentando volver a encenderlos
Seguidores
lunes, 16 de octubre de 2017
Fuegos que no vuelven a arder
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
19/08/24 - 18:22 hs
¿Que es esto que estoy sintiendo? ¿Por que senti esa paz y esas ganas de quedarme, cuando me recosté sobre tu pecho? Tengo tantas preguntas...
-
Entonces me di cuenta de que el dolor calmaba esa ansiedad que venia a mi de manera repentina, el dolor que duraba era aquel que provenia ...
-
Quien me habla realmente? Acaso es mi consciencia queriendo decirme algo que no estoy pudiendo ver? Es dificil distinguir con quien estoy ha...
-
Estás aca, tal vez no físicamente, pero puedo jurarte que estás aca, y me doles tanto que aunque en dos minutos me arrepienta de escribir e...