Hace unas cuantas noches no podía dormir, y pensaba, en cuántas cosas me guardo a veces para Nose, quizás no enloquecerte con miles de inseguridades mías..
Pensaba en la vida, y en la linda manera que eligió para hacerme saber que al final si había alguien capaz de calmar hasta el fuego más ardiente en mi.
Descubrí que pase casi toda mi vida corriendo, huyendo de aquellas cosas que me hacen mal, tristezas, malos recuerdos, discusiones, decepciones, en fin, cosas a las que todos decían que podía hacerle frente sin problemas, pero en realidad, siempre fui frágil, aún cuando para todos estaba luchando y dando lo mejor de mi, una parte de mi alma solo escondía a una niña asustada y algo cansada de este loco mundo. Quiero darte las gracias porque mas de una vez me asusté y quise volver a huir, ante eso solo me tomaste entre tus brazos, y me susurraste al oído que todo iba a estar bien, me sostuviste con fuerza mientras mis ojos ya no soportaban el peso de las lágrimas y yo tampoco podía luchar más contra ese nudo en mi garganta; solo Perdoname porque una que otra vez suelo ser débil, e intento huir, mi cuerpo a veces dice basta, y es ahí que todo se vuelve oscuro. A pesar de todo eso, no te vi correr lejos de mi ni una sola vez, siempre estás ahí, sosteniéndome para que no caiga, me enseñaste que huir no es la mejor alternativa, sos esa persona que me enseñó a frenar y a calmar todos mis demonios. Nunca olvides que esta persona llena de locuras, y uno que otro desastre, te ama con toda la locura de su alma.
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