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lunes, 26 de junio de 2017

Pensamiento 3


¡Quiero mis espacios!, me dijiste casi al borde de la desesperación. Reconozco que eso me dejó algo desestabilizada, quizás porque lo tuve que escuchar varias veces para entenderlo del todo.
Todo el tiempo analizo, pienso en ese espacio del cuál hablas, y me doy cuenta de que yo nunca puse espacios entre nosotros, digo, no es algo tan sencillo, no es como tocar la tecla espacio de una computadora, entonces dejé que hasta la última partecita de mí se fundiera con vos, el problema es que vos decís ser una esponja, y yo al parecer soy la que acabó haciéndote más mal que bien.
Espacio… No se estar lejos tuyo, no sé cómo no sentir que la sonrisa se me apaga un poco si no sé cómo está yendo tu día, no me enseñaste a vivir en un mundo en el que vos no estuvieras ahí casi siempre.
Porque me doy cuenta de que algo pasa, cuando sos el primero a quien quiero contarle las cosas, ¿Entonces así empieza no?, te vuelves adicta a ese alguien que con todo su amor te dice, “Todo va a estar bien, va a mejorar, ya vas a ver”, y lo crees, porque de eso se trata, te refugias en él o ella, te apartas del mundo, y te parece algo lindo, incluso tierno, pero cuando algo pasa y ese alguien vuelve a su vida habitual, vos te quedas en la nada, sin rumbo, miras a tu alrededor y te preguntas porque nadie te dijo que ser adicta a una persona es mucho peor que cualquier otra adicción. Podes ahogar las penas en alcohol, en drogas, o en lo que vos prefieras, pero ahí vos elegís cuanto tiempo dejas que te consuma, en cambio las personas… ellas no te deben nada, ellas pueden seguir adelante aunque vos sin ellas sientas que no podes.

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19/08/24 - 18:22 hs

 ¿Que es esto que estoy sintiendo? ¿Por que senti esa paz y esas ganas de quedarme, cuando me recosté sobre tu pecho? Tengo tantas preguntas...