Hablemos de ciertas cosas

Hablemos de ciertas cosas. Hablemos de esos días en los que probablemente te molestaba llegar del colegio y que te hagan un millón de preguntas, que cuánta tarea tenés, que a que jugaron, que aprendieron, tantas preguntas y vos solo querías dejar todo e ir a jugar toda la tarde.

Hablemos de ciertas cosas. Hablemos de que ahora llegas a casa y sos vos quien pelea por hablar mas fuerte, y así crees que te van a escuchar, hablas mas y mas alto, queriendo contar que hiciste, que aprendiste, pero del otro lado ya no está él mismo interés.

Hablemos de ciertas cosas. Hablemos de como te quejabas de esa pastilla que tomabas de vez en cuando para él dolor de cabeza, y de como ahora es una todas las noches, que te ayuda a dormir, pero también te tiene en la luna todo él día.

Hablemos de ciertas cosas. Hablemos de como te asfixias de actividades, solo para no dejar que tu mente te hable todo él día, porque a veces la mente habla mas fuerte que vos, y no la podes callar, aunque quieras, aunque esa voz te lastime, no podes, solo la pastilla y esas actividades pueden.

Hablemos de que te cansaste de hablar, o de al menos de hablarles a personas que en realidad no te están escuchando, y por eso hay días en los que te encerras, y le echas la culpa a todo, a todo menos a lo que tiene la culpa, aunque todavía no entiendas del todo quien tiene la culpa.